Friday, September 24, 2010

La violencia en la frontera continúa


En la ciudad mexicana de Juárez, através de la frontera de El Paso, Tejas, la guerra entre tropas mexicanos y los maleantes de droges continúa tomar un peaje en los personas sufridos mexicanos.  El domingo pasado, un periodista joven, Luis Carlos Santiago, 21, fue asasinado por gánsters, incitando los redactores de su periódico, El Diario de Juárez, escribir un editorial que pregunta de los criminales "¿Qué quieren de nosotros?"

En esta editorial, ellos escriben:
Ante el nuevo asesinato, El Diario se preguntó el viernes 17, en un editorial casi tan rotundo como el de dos días después, “¿A quién pedir justicia?”. La dramática interrogación era formulada desde la puerta norte de “un país en el que las autoridades han demostrado su objetiva incompetencia”, y está probada la “anuencia por omisión de los poderes establecidos” ante los poderes fácticos. De allí que insistieran en preguntar: “¿A quién le reclamamos que no lo hayamos hecho ya?”.

Por eso, el domingo ese dolido periódico fue más allá. Resolvió dirigirse a las bandas de delincuentes que tomaron a Ciudad Juárez, a las que llamó “autoridades de facto”, y a las que inquirieron “qué esperan de nosotros como medio”, pues “ya no queremos más muertos, ya no queremos más heridos ni tampoco más intimidaciones”.
Se asusta para imaginarse que un periódico reconocería una organización criminal como el gobierno de facto tan abiertamente.

¿Pero qué es la alternativa?  La administración de Felipe Calderon, el presidente mexicano, es notoriamente corrompe y apenas mejor que una pandilla armada.  Y Tejas gobernador Confederado Rick Perry, antes que ayudar, procura rayar puntos políticos con retórica vacía.

En el libro del escritor norteamericano, Cormac MccCarthy, se llama "No Country for Old Men," él describe la situación en la frontera como una pesadilla de violencia y anarquía.  Ahora, vemos más evidencia.

El Diario pregunta una cuéstion matizó con desesperación.  Los ciudadanos de Juárez quieren saber, "¿Qué debemos hacer nosotros no ser asesinados?"  ¿Quién contestará? ¿Verdaderamente, quién puede contestar?

(Perdóneme por favor para mi español malo.)

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